El pobre JUNIOR tuvo una infancia difícil. Su padre era un hombre autoritario y cruel, al que nadie osaba llevar la contraria. El don de la palabra no era lo suyo, así que resolvía cualquier discrepancia a base de ostias.
Esta imagen preside el salón de MARUJA, la madre de nuestro protagonista. Te coloques donde te coloques, el padre te persigue con la mirada... (no es coña, lo hemos probado).
martes, 10 de febrero de 2009
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